Homemade bread / Pan de Farnadeiros
When I was a child I can - barely - remember my grandpas preparing all the stuff for baking in a proper wood-fired oven the homemade bread, the best bread in the world I would say.
Weeks ago the idea of repeat that ancient custom came up in a conversation and we pushed a bit (to the family in general and to my grandma in particular), on the ground that it would be a really wonderful experience for the little children (and the not so little) just to know - and experience - how to make a good and healthy bread, step by step, from scratch.
And there we went to «Farnadeiros». All the family working together from early in the morning, we mainly baked the bread but, taking the advantage of the heated oven, we also baked bread roll filled with chocolate, bread roll filled with homemade sausages, pizzas, different local pies «empanadas» of meat and tuna fish and a lamb shank.
After today, there is this other idea in the air, the family is willing to repeat the experience, periodically, every a certain period of time, it would be so great!. In the meantime we need to get some exercise and burn off the calories taken.
In the end I'm totally happy because my children can say now that his great-grandma taught them to make bread. So, let me finish this entry thanking her for the effort today. And close to the forty, I can say now, thanks grandma for teaching also me so many things today.
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Recuerdo, a duras penas, cuando era un crío y pasaba parte de los veranos en la aldea, a mis abuelos y a mis tíos preparando todo el material para hacer y cocer pan casero en el horno de leña. Pan de Farnadeiros, el mejor pan del mundo diría yo.
Hace tiempo surgió la idea de repetir esta costumbre para que los más pequeños de la casa (y los no tan pequeños) aprendieran y experimentaran cómo hacer un buen pan desde cero, paso a paso. Así que sólo quedaba poner de acuerdo a toda la familia y dejar que mi abuela, la auténtica experta en materia, organizara la operación.
Y allá nos fuimos todos a Farnadeiros, trabajando duro desde primera hora de la mañana. La idea principal era aprender a hacer pan (desde la masa, preparación del horno y demás, hasta el festín final), pero aprovechando que el horno ya estaba caliente, nos animamos con otros manjares como los bollitos preñados de chorizo/chocolate, pizzas, empanada de liscos / sardinas / atún / manzana y hasta una pata de cordero.
Después de la experiencia hemos - más o menos - acordado que sería genial repetirla periódicamente, tanto por juntarnos como por seguir la tradición y, por supuesto, por el pan de Farnadeiros. Mientras tanto, necesitamos hacer algo de ejercicio para quemar tanta caloría.
Estoy muy feliz porque mis hijos pueden decir que su bisabuela les enseñó a hacer pan, así que me gustaría acabar esta entrada agradeciéndole a ella el esfuerzo. Un servidor, cercano ya a los 40, también puede decir - como sus hijos - gracias abuela por enseñarme tantas cosas hoy.